A finales del siglo XIX, en el sur del territorio de la República Argentina existían muchos asentamientos indígenas, bravos guerreros que defendían su territorio de lo que ellos
consideraban la invasión huinca (blanca) de sus tierras.
El concepto de malón se define como la incursión violenta de un grupo de indígenas en una población blanca destruyendo las construcciones de adobe y paja, asesinando a los pobladores y tomando como cautivas (raptando y tomando como prisioneras) a las mujeres jóvenes para convertirlas en esclavas y esposas.
En este contexto esta novela cuenta la historia de Inés y Damián. Inés es la joven hija de un inmigrante veneciano, llegado al sur del territorio argentino para “fundar” un poblado al que llaman San Marcos. El mismo día en que la joven Inés, de dieciséis años, va camino a su propia boda en la carreta que transporta a toda su familia, es tomada cautiva por un malón mapuche y llevada a las tolderías del bravo cacique Ancafilú quién la toma por su quinta esposa. En el intento de huida antes de ser tomada prisionera Inés es testigo del asesinato de su madre, padre y hermano.
Por otro lado, tenemos Damián, un baquiano de treinta y pico de años, quién encuentra su pueblo arrasado por un malón y descubre que asesinaron a su madre y raptaron a su hermana. Con la intención de rescatarla se une a un pequeño ejército local que fracasa en su intento ante la primera confrontación contra los mapuches al ingresar al territorio que estos aborígenes dominan.
En simultáneo nos adentramos en la guerra que están llevando distintos grupos de mapuches y pehuenches por el dominio del territorio bajo la investidura de jefe de la Confederación de los Pampas, en el que el cacique Ancafilú está preparando un gran enfrentamiento con Manuel Namuncurá quién detenta ese cargo.
Este enfrentamiento entre la indiada es aprovechado por un grupo de ingleses que quieren sacar su propio beneficio. Apoyando con armas de fuego y entrenamiento a los hombres del cacique Ancafilú para que pueda derrotar a Manuel Namuncurá con el secreto deseo de luego apoderarse del territorio del sur argentino y transformarlo en la “Patagonia Británica”. Así conocemos al inglés George Reid, llamados por los aborígenes “pelo rojo”, quién es el encargado del entrenamiento de los guerreros de Ancafilú y de su aprovisionamiento de armamento de fuego.
Otros personajes secundarios, pero importantes también, son Simón y Millaray un matrimonio que se gana la vida domando caballos salvajes para luego venderlos a quien los necesite. Su participación dentro del argumento cobra importancia al salvarle la vida a un hombre sobreviviente de un enfrentamiento con un malón, quien luego se une a ellos en su nómade labor diaria al perder completamente la memoria. Más adelante este hombre recuerda quién es y cuál es el motivo por lo que se encontraba en ese enfrentamiento con los indígenas.
Y también está Laura, otra joven cautiva, tomada como cuarta esposa por Ancafilú, que se transforma en la mejor amiga de Inés durante su convivencia en cautiverio.
La novela se deja leer de manera fluida, aunque al principio se diluye en descripciones y aclaraciones que distraen un poco de la trama. Pero luego con el inicio del argumento en sí y de las peripecias de los personajes atrapa y entretiene.
Yo le daría una puntuación de 7/10.
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